martes, 19 de febrero de 2013

Fuego... viento... agua...

Me sorprende la desesperación de un momento a otro. 
El pulso pierde su capacidad de ser medido. 
Los ojos miran sin ver. 
El pecho se estruja y el flaco hace sentir su ausencia mil veces más. 
El pie no siente las piedras que pisa sin pensar. 
Las piernas tiemblan, no prometen sostener. 
Las manos... las manos queman, el agua hierve. 
Los pulmones expulsan lo tóxico de la vida, el humo se acomoda en cada célula y pretende no salir. 
El viento deja de comunicar y traiciona a un elemento. 
El fuego convierte al mundo en un efímero instante de ser, avanza poderoso, lleno de luz... va dejando dolor y desolación, soledad triste. 
La voz puja por ser un grito, un grito que nos devuelva el agua a la temperatura que refresca, que refresca y nos deja ver. 

El miedo se hace adulto en un abrir y cerrar de ojos.





4 comentarios:

Darío dijo...

La desesperación. La impotencia. El miedo. La nada. Un abrazo.

Amapola Azzul dijo...

Intensa, me gustó.

MUCHO, un abrazo, gracias por tu visita. Besos.

Gabriela dijo...

Y encontrar el equilibrio fundamental entre los elementos hace la diferencia, cuanto más extremo, más marcas, mas intenso aprender.
Justo agua y fuego nos definen por oposición, suave, calor caricia, violento, destrucción y ahogo...

Balance será entonces el camino.

Nat... dijo...

Abrazo Darío y Amapola... gracias por la visita!!!

...

Por ese balance voy Ga, gracias por tus palabras siempre...