martes, 14 de enero de 2014

Extracto de un sueño casi olvidado.

Corremos, huimos, escapamos de lo oscuro. 
Todo lo manejo yo, y si esta vez quiero despertar, despierto. 
Un ascensor, una cabina, un lugar que nos ocultará. Ramas que ascienden, sin miedo me trepo y siento, subo... la altura no me asusta, me paraliza la oscuridad. Subo, sin detenerme subo... vos estás ahí, al alcance de mis manos, cuando titubeo, desplegas tus palabras que me abrazan... "pensá lo que querés... " ahí va... peldaños más pequeños, eso quiero, una escalera veloz, cierro los ojos y ya estamos respirando nubes, nubes nocturnas... alguien me habla... "hasta donde te dé la imaginación podés escapar, tenés que crear, ser fluida, sólo así te van a creer" 
... y de repente todo cambia su perspectiva, las escaleras se tuercen y sus extremos se unen, caigo al suelo.
Continúa la persecución, pero a mí nada más me importa esta vez...

                                                                                                          ya entendí.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Los vertiginosos cambios
saben traer luz,
y la necesidad clara de la existencia de la sombra...


Donde sentía bien,
te sentía bien